Los riesgos de la legionella para el negocio
La legionella es un problema que tienen que enfrentar los distintos negocios, cuyo principal objetivo es proporcionar un ambiente seguro y limpio tanto a clientes como a sus trabajadores. Aunque la legionelosis es más proclive en verano, no sólo por las temperaturas altas, sino por el incremento de la clientela en los establecimientos, esta bacteria puede afectar a un gran número de personas si se dan las circunstancias para que prolifere. Por ello es necesario saber los inconvenientes de la falta de prevención, así como presentar a nuestra empresa como una alternativa de tratamiento de legionella en Madrid.
La legionelosis empezó a conocerse no hace mucho, y pareciera que estamos hablando de un padecimiento moderno, pero posee una antigüedad que no imaginamos. Los primeros datos que tenemos de esta enfermedad proceden de Estados Unidos, del año 1977. Un brote grave de neumonía, en un centro de convenciones, saltó la alarma. Así, se comenzó a asociar dicho brote con problemas en sistemas hídricos artificiales, por lo que al día de hoy los gobiernos exigen mantenimiento preventivo y de control de distintos aparatos e instalaciones en los negocios, para evitar la propagación de la enfermedad.
La legionella pneumophila
La legionella pneumophila es una bacteria causante de una enfermedad, la legionelosis, que afecta a las vías respiratorias y puede asociarse estrechamente con la neumonía, dados los síntomas que presenta, desde afecciones leves que van acompañadas por fiebre, hasta las más graves, sobre todo en pacientes vulnerables (niños, ancianos o enfermos crónicos), poniendo en peligro su vida.
Dicha bacteria se desarrolla en medios acuáticos, soportando temperaturas comprendidas entre los 20º C y 50º C. Puede sobrevivir parasitando en interiores de biopelículas formados en los sistemas de agua.
Es en verano cuando busca lugares húmedos, ya que es su hábitat natural, por eso invaden los diversos aparatos de aire acondicionado de los establecimientos, que suelen utilizar condensadores de evaporación en sus instalaciones.
La legionelosis no es una enfermedad que se contagie de persona a persona. Se adquiere a causa de la inhalación de aerosoles contaminados por la bacteria, por aspiración de agua o hielo contaminado, e incluso en los recién nacidos, por la exposición a partos en el agua.
Datos y cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS)
La Organización Mundial de la Salud expone esta información en su página web acerca de las afecciones de la legionella pneumophila:
-El período de incubación de la enfermedad del legionario es de 2 a 10 días, aunque se han registrado brotes de hasta 16 días.
-La neumonía lleva a la muerte por su carácter progresivo, debido a la insuficiencia respiratoria y/o conmoción e insuficiencia multiorgánica.
-La enfermedad del legionario se vuelve peligrosa si no es tratada durante la primera semana en que aparecen los síntomas.
-Se suele notificar un alto porcentaje de casos, siendo la mayoría de los afectados hombres que superan los 50 años.
Medidas de prevención y tratamiento
Conociendo la gravedad de la legionelosis, y cómo ésta podría propagarse en un establecimiento y afectar no sólo a la clientela, sino a los trabajadores del mismo, se deberá atender a las medidas de prevención oportunas, así como al tratamiento adecuado en este tipo de enfermedades tan delicadas para nuestra salud.
El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad ofrece una Guía técnica para la Previsión y Control de la Legionelosis en instalaciones que puede ayudarnos, además de lo mencionado anteriormente durante todo el artículo, para entender las dimensiones de este problema, al que se le debe buscar una solución para evitar que nuestro negocio se vea afectado si es que se llegase a detectar la presencia de legionella en él.
La mejor prevención es la información. Debemos prevenir intensificando al máximo las medidas de limpieza de nuestro establecimiento, llevando un mantenimiento exhaustivo, basado en la revisión y desinfección por medio de profesionales del sistema de aire acondicionado, siendo preferible que se realice éste previamente a la temporada de calor, al menos una vez al año. El mismo cuidado y limpieza debe recibir el sistema de grifería del negocio, resaltando el Ministerio de Sanidad que se instalen boquillas difusoras con el fin de evitar que pequeñas gotas de agua puedan ser inhaladas involuntariamente.
En caso de haber contraído la legionelosis, es imprescindible detectar la enfermedad a tiempo para evitar que ésta alcance un grado de gravedad.
Existen distintos tratamientos según la naturaleza intracelular del patógeno. Aunque un antibiótico de elección para tratarla era la eritomicina, han ganado terreno otros con menores efectos secundarios como los macrólidos, la rifampicina asociada con eritromicina o quinolonas, y las fluoroquinolonas, que últimamente han demostrado mayor éxito frente a la enfermedad.
Como ya dijimos antes, la mejor medida es la prevención. Un adecuado asesoramiento por parte de profesionales en el tratamiento de la legionella en Madrid nos brindará las herramientas necesarias tanto para tomar medidas preventivas como para hacer frente a un posible brote, garantizando la seguridad de nuestros clientes y empleados.
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