Las plagas en invierno
La Organización Mundial de la Salud (OMS) en su libro La significación para la salud pública de las plagas urbanas señala la importancia del control de plagas para la salud pública. Si bien es cierto que determinadas epidemias se asocian fundamentalmente a épocas cálidas, hoy en día esto no es un factor determinante. Así pues, la OMS dice textualmente «El cambio climático es especialmente relevante porque se espera que altere no solo el medio ambiente natural como consecuencia de inundaciones o sequías, sino también el medio urbano como resultado en el cambio de la utilización del suelo». De este modo, el calentamiento global provoca la proliferación de organismos vivos, lo que repercute negativamente en nuestra salud. Este es uno de los factores determinantes de la existencia de plagas en invierno.
Sin embargo, al contrario de lo que sucede en épocas más cálidas, la problemática de las plagas en invierno es su invisibilidad. La bajada de temperaturas provoca, no su desaparición, sino que se escondan y sea más difícil detectar su presencia. Esto supone que muchos insectos, aves y roedores se refugien en lugares con temperaturas más suaves que las propias calles, como pueden ser casas, locales comerciales o establecimientos hoteleros. Estos serán sus escondrijos favoritos y donde se debe de prestar más atención para detectar las epidemias.
Remedios caseros
En primer lugar, es importante nombrar el tema de la prevención. Así pues, cuando un cliente se pone en contacto con una empresa de control de plagas en Madrid, el problema es severo y las medidas para prevenirlo han fallado. Sin embargo, es aconsejable tener en cuenta una serie de pequeños consejos para evitar una epidemia mayor:
Limpieza y saneamiento
Es el primer elemento a tener en cuenta. Una vivienda, un local, una cocina o cualquier otro lugar susceptible de ser colonizado por insectos o roedores debe de estar bien limpio y saneado. Así pues, la higiene es fundamental para conservar la salubridad de cualquier espacio, sobre todo si tenemos en cuenta que estas plagas se alimentan fundamentalmente de restos de alimentos.
Barreras físicas
Prevenir una plaga en un espacio cerrado supone también tapar grietas y agujeros. De tal modo que estos, por muy pequeños que sean, pueden favorecer la proliferación de determinadas especies que se propagan con facilidad por espacios reducidos.
También es importante tener en cuenta que mantener una temperatura suave en nuestro hogar o en nuestro espacio de trabajo impedirá que la plaga existente se propague. Las altas temperaturas son el reclamo idóneo para la acumulación de epidemias.
Productos químicos
Si bien es cierto que adoptar determinadas medidas básicas de higiene y mantenimiento de los espacios cerrados son una buena medida de prevención, es importante señalar que una vez se constata la existencia de una plaga el problema es grave. Existen en el mercado numerosos productos químicos que prometen solucionar el problema de forma rápida y económica, pero esto tiene numerosos inconvenientes. El primero, su efecto nocivo para la salud cuando son manipulados por personas no expertas. En segundo lugar, pueden crear la falsa apariencia de que se ha exterminado la plaga por completo y en realidad ser una medida superficial y temporal.
En consecuencia, es necesario que ante un problema de tal envergadura como son las plagas en invierno, se tomen las medidas adecuadas para combatirlo. Deberá ser un experto en plagas el que realice el trabajo de eliminación de la misma. En este sentido, la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA) recalca qe cualquier empresa de control de plagas en Madrid deberá de estar inscrita en el Registro de Establecimientos y Servicios Plaguicidas, así como utilizar productos registrados en el Registro de Plaguicidas de la Dirección de Salud Pública del Ministerio de Sanidad y Consumo.
Tipos de plagas más comunes en invierno
1. Termitas
Son insectos cuya actividad depende de su temperatura corporal. Esto no implica que con la llegada del invierno desaparezcan, sino que mantienen su actividad durante todo el año. El gran problema de la plaga de termitas es que es muy silenciosa, de tal modo que cuando se constata su existencia los daños son cuantiosos.
2. Chinches de la cama
Lo que convierte a las chinches de la cama en plagas de invierno es su capacidad para adaptarse a cualquier temperatura. Esto tiene como consecuencia que con la llegada de las bajas temperaturas no desaparecen. Su hábitat comienza en los dormitorios, pero se adhieren a ropa de cama y prendas de vestir, por lo que su propagación es muy extensa.
3. Roedores
Son el ejemplo claro de plagas de invierno. Los roedores buscan espacios cálidos durante las épocas frías, por lo que se propagan con facilidad en casas y lugares de temperaturas suaves. Se reproducen y se esconden con facilidad, por lo que es preciso eliminar cualquier rastro.
En resumen, tratar las plagas de invierno es una cuestión tan importante como en cualquier otra época del año. Se trata de una cuestión de salud y no debe descuidarse.
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