El control de plagas en la industria alimentaria
El control de plagas en la industria de la alimentación es un pilar fundamental para garantizar la calidad y seguridad de los productos. Las empresas del sector asumen una elevada responsabilidad con los consumidores, puesto que la contaminación de los alimentos puede acarrear severos problemas de salud.
Los programas de prevención y control de plagas en la industria alimentaria han de ser unas constantes para garantizar la seguridad y calidad. Es más, son obligatorios, según el Reglamento CE 852/2004 sobre Higiene y Productos Alimenticios. La normativa europea es muy clara al respecto y obliga a las empresas a asegurarse de que sus establecimientos cumplen con la regulación de higiene para la manipulación y el procesamiento de alimentos.
Programas de control de plagas en la industria alimentaria
El Control Integrado de Plagas (CIP) es un completo programa centrado en la identificación, la prevención, el análisis y el tratamiento de plagas en las empresas del entorno alimentario. Estos planes plantean el control de las plagas como un proceso y no como una tarea puntual. Gracias a ello, se previenen las infestaciones y se minimiza el uso de productos químicos.
1. Inspecciones periódicas
Las inspecciones periódicas son fundamentales en los programas de control de plagas en Madrid. Según el tipo de industria o establecimiento, se establecerá la frecuencia de estas revisiones de rutina. En cada una de ella, los inspectores revisarán las áreas más vulnerables y zonas en las que es más probable que aparezca una plaga de insectos, bacterias, parásitos o roedores, entre otras especies. Las áreas de almacenamiento, los puntos de entrada, las fuentes de los alimentos o el agua suelen ser puntos clave de estas colonias.
El riesgo de una plaga consiste en la contaminación directa de los alimentos, del equipamiento o del agua del lugar. Si no se lleva a cabo un control exhaustivo, se corre el riesgo de realizar una identificación tardía, con un alto coste para la empresa y el consumidor. En función del diagnóstico, la compañía podría verse obligada a parar la producción, retirar productos del mercado por posible contaminación, cerrar unos días o cualquier otro escenario que podría poner en peligro su propia estabilidad empresarial.
2. Las acciones preventivas
Las inspecciones periódicas permiten diseñar un plan preventivo y realizar su seguimiento. De esta manera, se identifican las debilidades para darles solución por anticipado. Se trata de acciones de exclusión que permiten cerrar el acceso de las plagas, así como de tareas de mantenimiento estructural.
3. Identificación de una plaga y análisis
Las plagas pueden estar provocadas por seres vertebrados, entre los que destacan los pájaros, roedores o mamíferos; seres invertebrados, como insectos o parásitos; patógenos, como bacterias o virus; y las propias plantas o malas hierbas. Es muy importante que los profesionales de la empresa del control de plagas en Madrid identifiquen el agente causante de la infestación, ya que los tratamientos no son iguales para todos.
En cuanto se identifica la plaga, hay que buscar el origen. En este punto, se analizan las instalaciones y los sistemas, para buscar puntos de entrada, fuentes de humedad, zonas en las que haya restos de comida o, incluso, olores.
4. El tratamiento más adecuado
Los programas de control integrado de plagas priorizan los métodos de captura o exclusión antes que los tratamientos químicos. Cuando la situación lo requiere, hay que utilizar los componentes químicos para eliminar la infestación. En estos casos, los expertos en la materia valorarán las diferentes opciones para paliar su agresividad y centrarse en áreas específicas o la eliminación de especies concretas.
Cabe señalar que son los profesionales quienes disponen de las técnicas y la tecnología para realizar un tratamiento que acabe con las plagas, sin que implique un riesgo para los alimentos o el medio ambiente. De ahí que, en ocasiones, se opte por métodos mixtos, que combinan los compuestos químicos con sistemas de captura o exclusión.
5. Control y supervisión
Para que los programas de control de plagas sean eficaces, las empresas han de colaborar de forma activa. Las inspecciones rutinarias se pueden celebrar cada semana o de forma quincenal, pero, mientras tanto, es importante que el equipo humano de la compañía sea consciente de la importancia de la seguridad, salud e higiene y avise ante cualquier signo de alerta. Ante una infestación, el tiempo de actuación es vital.
6. La información de las auditorías
El control de plagas puede representar hasta veinte puntos en las auditorías de seguridad y calidad alimentaria. Los informes sobre las revisiones y medidas se plasman en la documentación que la empresa entrega al auditor para realizar su valoración.
Conclusión
Las empresas del sector de la alimentación son cada vez más conscientes de la importancia del control de plagas. Afortunadamente, las inspecciones y acciones preventivas son fuentes de salud e higiene. Hoy en día, los sistemas de control integrados reducen la agresividad de los tratamientos químicos y se consolidan como referencias de las medidas de seguridad y calidad alimentaria.
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